martes, 28 de mayo de 2013

Otra gente, otra época

Es de noche. Me he levantado muy pronto, casi como ahora pero no es ahora. Es otra época, hace miles de años, en otro lugar, en otro momento. Es otro yo el que madruga, se levanta pronto, se ducha, se viste y se marcha a hacer un montón de kilómetros en coche.





Nunca voy sola. Siempre me acompañan ellos. La misma gente. Gente de otra época, de otro lugar, de otro momento, gente que fue mi gente cuando yo no era la que soy ahora. Era otra persona y ellos también eran otros.


Sueño con esos viajes. Estos viajes de ahora, diferentes, muy diferentes, cada día, dos horas metida en un coche con otras personas, me hacen volver la vista atrás. No quiero hacerlo. No es algo consciente. Son sueños. Sueño que me levanto y me voy en otra dirección, hacia un lugar que ya no existe, con gente que ya no está.

Sueño tanto que muchas noches no puedo dormir.




En mis sueños, nos reímos mucho, sin preocupaciones, como se reía la persona que yo era entonces. Como si el mañana  (el hoy) no fuera a llegar nunca.

Viajamos. Viajamos todos los días, viajamos en otoño, viendo cómo los árboles nos ofrecen sus maravillosos colores: ocres, marrones, dorados,... Viajamos en invierno, bajo y sobre la nieve. Viajamos en primavera, bajo la lluvia, bajo el sol, mirando a lo lejos los arcoiris que nos van mostrando el camino. Viajamos y viajamos a través de los días, las semanas, las estaciones, los años.



Pero no pasa el tiempo. En mis sueños nunca es igual pero siempre es lo mismo. Me levanto muy pronto, me ducho, me visto y salgo de casa. Voy muy lejos, y parece, como si me hubiera convertido en un Ulises cualquiera, que estos sueños me impiden regresar a casa. Parece que siempre estuviera de viaje, parece que la carretera fuera mi hogar. Parece que no hubiera nada más que el coche, la carretera, gente, gente de otro tiempo y gente de ahora, y yo. Viajando.


7 comentarios:

  1. Siempre se viaja. Parece que uno se levanta, se sienta al borde de la cama y piensa unos segundos. Acaba el día y acaba en el mismo lugar, el borde de la cama. ¿No ha pasado nada?. No. Siempre se viaja. Ya no eres el mismo de por la mañana, ha pasado un mundo en 24 horas. Y mañana pasará otro. Siempre...

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    1. Es cierto. No hace falta coche. Se sale de casa y se viaja cada día. Pero últimamente se me está haciendo un poco cuesta arriba.

      Besos.

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  2. Tu texto me deja con una sensación extraña. Tanto que yo, que tengo incontinencia verbal aguda, me quedo sin saber que decir. Un beso, profe.

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    1. Es que estoy un poco rara. No me hagas mucho caso.

      Besos.

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  3. No me extraña que sueñes eso con el año que te has pegao con viaje diario de dos horas...
    Por lo menos tú sueñas..yo está noche no he pegado ojo con la tos del peque..y así he ido al cole..sin haber pegado ojo...
    ...pero he sobrevivido...

    Besos,Ro!

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    1. Los míos, será por necesidad, pero llevan un año que casi ni han tosido. Si además se pusieran malos, no sé...

      Besos.

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  4. Ro, no descansas ni en sueños, pobre. Necesitas vacaciones pero ya, y capaz eres de irte a viajar jeje.
    Besitos

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